La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) ansía que los gobiernos adopten las políticas de apoyo necesarias para impulsar la descarbonización de la aviación, tal y como se ha acordado en la Tercera Conferencia sobre la Aviación y los Combustibles Alternativos (CAAF/3, por sus siglas en inglés) organizada por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en Dubái.

Acuerdos adoptados en la CAAF/3: 

• Establecimiento de un marco global para promover la producción de combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) en todas las zonas geográficas del mundo, con el objetivo de lograr en 2030 una reducción de un 5% de las emisiones mediante el uso de dichos combustibles con respecto a los combustibles fósiles utilizados en la actualidad. 
• Reconocimiento de la capacidad de algunos Estados para avanzar a un ritmo mayor, frente a otros. 
• El desarrollo de capacidades, un Finvest Hub y la transferencia voluntaria de tecnología son algunas de las medidas propuestas para garantizar que todos los países participen en el mercado mundial de SAF. 
• Necesidad de encontrar una solución que promueva un mercado global de SAF y, al mismo tiempo, permita a las aerolíneas reclamar los beneficios medioambientales de su uso como contrapartida a sus obligaciones de descarbonización, sobre un marco contable global sólido de SAF.

Evidencia de demanda y políticas de apoyo a la producción de SAF 

La demanda de SAF por parte de la industria de aerolíneas, en línea con su compromiso de cero emisiones netas para 2050, supera notablemente la oferta actual de combustibles sostenibles de aviación, limitada al 0,2% en 2023. Por ello, es necesario la implementación de políticas que promuevan la producción de SAF. La demanda de SAF por parte de la industria de aerolíneas es evidente: 

• Toda la producción de SAF de 2022 se agotó por completo, a pesar de los cerca de 500 millones USD adicionales que supuso para la industria la adquisición de este tipo de combustible, cuyo precio es significativamente más elevado que el del combustible convencional. 
• La integración vertical en la cadena de suministro está proliferando entre las aerolíneas, incluso algunas están invirtiendo capital propio y de riesgo en proyectos de SAF. 
• Las aerolíneas están suscribiendo contratos de compra a plazo de SAF por un valor total de 45.000 millones USD, muy por encima de su disponibilidad actual.

IATA insta a los gobiernos a que adopten las siguientes medidas para potenciar al máximo la producción de SAF en todo el mundo: 

• Permitir a los productores aprovechar al máximo la disponibilidad de materias primas locales. 
• Promulgar políticas favorables, no restrictivas. 
• Equilibrar las políticas de apoyo existentes y futuras entre las diferentes fuentes de energía y, en lo posible, favorecer las energías renovables y garantizar una participación equitativa de las SAF en estas. 
• Reconocer que el camino hacia el éxito para transformar la aviación y alcanzar cero emisiones netas de carbono es una responsabilidad colectiva.