Foto: Booking.com

Viajar a Perú es mucho más que un viaje: es un encuentro con una civilización mágica. Desde el bullicio moderno de Lima hasta el aire místico de Cusco, cada rincón regala postales que parecen sacadas de otro planeta. Lo mejor es que toda esta aventura puede planearse en Booking.com: vuelos de Ciudad de México a Lima, renta de autos para explorar la ciudad y tours a las joyas del país.

De Lima a Cusco: dos mundos en un mismo país

Lima es modernidad y tradición a la vez, con una escena gastronómica que la ha puesto en el mapa mundial. Entre ceviches, causas limeñas, anticuchos y un buen pisco sour, cada comida es una celebración de sabor. También es aquí donde la cocina nikkei —una exquisita fusión de Japón y Perú— y la comida chifa —herencia china reinventada con ingredientes locales— muestran la diversidad cultural que se vive en cada plato.

Cusco, en cambio, se siente como caminar dentro de un museo vivo. Cada calle empedrada late con historia y cultura. Mercados llenos de tejidos de alpaca, artesanías que parecen joyas, pinturas vibrantes, música que acompaña el paso. Y sí, las llamas y alpacas están ahí, dándole aún más encanto a un lugar que ya parece mágico por sí solo.

Desde Cusco salen algunas de las experiencias más representativas de Perú:

• Tour a la montaña de 7 colores (Vinicunca): un recorrido único por uno de los paisajes más famosos de los Andes.
• Tour a la laguna de Humantay: una laguna de aguas turquesa rodeada de montañas nevadas.
• Tour de un día completo a Machu Picchu: visitar una de las siete maravillas del mundo moderno.
• Tour al Valle Sagrado: pueblos andinos, terrazas agrícolas y ruinas incas en un entorno lleno de historia.
• Viaje en tren panorámico: un trayecto entre montañas, ríos y paisajes formados por aguas de glaciar.

El lado inesperado: dunas y mar

Más allá de la cordillera de los Andes, Perú tiene un lado que sorprende: el desierto de Ica. Ahí, podrás experimentar la adrenalina pura con divertidas sesiones de sandboarding o un paseo salvaje en buggies que suben y bajan dunas gigantes.

En la costa, Paracas es el lugar ideal para visitar sus islas Ballestas que son hogar de lobos marinos, aves y los carismáticos pingüinos de Humboldt. Si corres con suerte, también podrás ver delfines y hasta ballenas, convirtiendo el viaje en un espectáculo natural.

Una mesa que es un viaje

Perú no solo se recorre, también se saborea. Su gastronomía es un mapa de sabores: ceviche tan fresco como la brisa del Pacífico, anticuchos que conquistan desde la parrilla, tiraditos nikkei donde lo japonés y lo peruano bailan juntos, o un arroz chaufa de la cocina chifa que es puro comfort food. La quinoa, orgullo de los Andes, y sus cientos de variedades de papa completan una mesa que es tan diversa como el propio país.

Altura, montañas y glaciares

Parte del hechizo de Perú está en su geografía. Cusco se levanta a más de 3,400 metros sobre el nivel del mar. Aquí la altura se siente en cada respiro, pero también es parte de la magia: glaciares que se alzan majestuosos, lagunas de deshielo y montañas que te harán pausar un momento para guardar esos maravillosos paisajes en tu mente.

Invierno, la temporada perfecta

Aunque suene curioso, en este momento Perú vive el invierno. Es justo la temporada seca en la región andina: días despejados, cielos intensos y caminos abiertos. La mejor época para caminar Machu Picchu, perderse en el Valle Sagrado o subir a la montaña de 7 colores. Solo recuerda empacar tu chamarra ligera, lentes y gorra para abrazar cada recorrido.